Con amor, respeto y reconocimiento a los equipos de salud que sostuvieron, atendieron y cuidaron a miles y miles de compatriotas.
Meses de encierro estrujan el alma.
Afuera, la peste arrasa.
La gente muere.
La gente calla.
La gente aplaude.
Y también estalla.
La familia ausente en forma obligada.
Abrazo que falta,
Calidez humana: ¡se extraña!
Entre tanta batalla,
Tanta dureza, tanta desgracia.
En un mundo estrujado,
Un virus que mata.
Ya no temeremos
Compartir la sala,
La ciencia acompaña.
Inventa vacunas,
Su arte destaca.
Aunque mil canallas denostan y agreden
(Espectros del pasado que muestran sus garras).
El ánimo cambia.
Cuando el turno llega
Los rostros sombríos
Brillan de esperanza.
Las puertas se abren
De un nuevo mañana.
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