top of page

SERENATA PARA GÓMEZ

Música. Nombre femenino.

1. Arte de combinar los sonidos en una secuencia temporal atendiendo a las leyes de la armonía, la melodía y el ritmo, o de producirlos con instrumentos musicales.

2. Conjunto de sonidos sucesivos combinados según este arte, que por lo general producen un efecto estético o expresivo y resultan agradables al oído.


Gómez y su guitarra, viven en Laferrère. Allí, donde la música no solo es arte, sino que se cruza con los rieles del ferrocarril y los sentires del pueblo. En su casa, las corcheas y las redondas, ocupan espacios de creación y descienden hacia las mentes de muches jóvenes.

Gómez. Maestro de tanto maestro. Maestro, amigo y compositor de tanta música que ronda los cielos matanceros de la mano de quienes crecieron a su lado.

Do. Re. Mi… El patio de su casa adquiere vida en una tarde de viernes. Una manada encordada se reúne en torno a su maestro doliente. Llegan y se acomodan. Llegan conformando un solo cuerpo y una misma cuerda. Los dedos de tantas manos comienzan a calentar. Rasgan y recuerdan las horas pasadas junto a él, la paciencia en encontrar los sones, los retumbos equivocados, los sonidos logrados.

Se ubican a lo largo de un pasillo conformando una partitura viva. Ellos son las notas que durante años Gómez escribió en la vida. Y así, en un homenaje polifónico, su chacarera asoma por entre las maderas sonoras de ese coro humano, arrullando en su cama a quien tanta melodía compartió en su vida.

La tarde fue adquiriendo ese ritmo que solo quienes piensan en acordes son capaces de lograr y sentir. Y él, allí, cobijado y amado, disfruta cada tono que lo retrotrae a ese niño, a esa niña que otrora se sentara a su lado para ubicar los dedos y descubrir las notas.

La tarde fue transcurriendo y el viento trasladando ritmos hacia la habitación en que Gómez, disfruta este regalo fruto de un árbol que cultivó por décadas. Las horas fueron pasando y la cadencia se fue amortiguando. Las guitarras adormecidas, fueron quedando en el devenir sonoro de ese espacio, mientras los discípulos, de a uno, dejaban sus respetos al maestro, creando para él una cajita de música que quedará en su memoria.

La serenata tuvo un inicio y tiene un fin. Pero Gómez, será siempre parte de las cuerdas de quien pasó a su lado.




Entradas recientes

Ver todo

Descanso

Mar, playa, arena. Todo perfilaba unas vacaciones extraordinarias. Solo le faltaba conseguir con quién pasarlas. Decidió que mejor sola…...

CAFÉ

No hay ninguna norma moral natural. Todo lo inventamos los seres humanos. Dora Barrancos. La pollera bamboleante permitía imaginar las...

Comentarios


bottom of page