Lentamente…
Poco a poco
fuiste extinguiéndote.
Despacio…
Tus hojas cayeron lánguidamente
al patio que otrora engalanabas.
La sombra de tu vida
ya no refresca mi ventana.
La casa lo siente.
La casa lo siente pues no estás para protegerla
de los avatares del caluroso verano.
La miel de tus frutos
dejó paso a la lúgubre figura
de tu cuerpo ya muerto.
¡Tantos años juntos!
No pensé que iba a extrañarte
Febrero de 2011
Comments